Los riesgos de Claudia al aceptar parásitos políticos del PRIAN

Claudia y Morena arriesgan su capital político y credibilidad confiando todo en la magia y avasallador apoyo de la mayoría de los mexicanos al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Se compromete peligrosamente al aceptar a ratas recicladas del PAN y del PRI, políticos que por años fueron parte del saqueo y corrupción del PRIAN, con presidentes desde Fox hasta Peña Nieto.

Claudia y Morena, desoyendo a los verdaderos morenistas, a gente congruente de izquierda de toda la vida, aceptan y creen el “arrepentimiento” de los que eran enemigos de López Obrador, como miembros “arrepentidos” y Claudia debe irse con mucho cuidado y cuidarse las espaldas.

La inclusión de Tatiana Clouthier como jefa de voceros para combatir la guerra sucia de Claudio X. y Cortázar, parecía la perfecta solución a su campaña para contrarrestarlos.

Tatiana acaba de darse un balazo en el pie. Acaba de empeñar su futuro desempeño como vocera de Claudia al ejecutar la denuncia contra el doctor Alfredo Halife, por difamación que presentó cuando fue secretaria de Economía del presidente. Una salida de la Secretaría no muy honorable de Tatiana, en medio de sospechas en sus gestiones del litio con los gringos. De ahí la denuncia de Halife, de acusarla de entregar el litio a los griegos.

Tatiana, inexplicablemente, siendo una mujer una inteligente y astuta, da al traste su prestigio y autoridad política, por la inexplicable denuncia contra el doctor Halife, miembro fundador de Morena, crítico contra Claudia.

Es un mal augurio que empiece con esta clase de denuncias. Pierde credibilidad para atacar la guerra sucia. Por el contrario, al presentar la denuncia en Nuevo León, coto de poder del PRIAN, y no en la Ciudad de México, donde fue cometida la supuesta difamación, es sumamente sospechoso.

El camino hacia la presidencia, es arduo en estos seis meses, Claudia y el presidente López Obrador y los verdaderos morenistas, tendrán que luchar contra la corrupción y perversidad del PRIAN, contra poderosos intereses de la clase empresarial, contra los oligarcas, los medios corporativos de comunicación las calumnias de equipo de Xóchitl, expertos en difamaciones y amenazas. 

Deben luchar contra ese odio inexplicable de treinta millones de mexicanos que claman por volver a la esclavitud y a la corrupción, a la pobreza y al saqueo, al no pagar impuestos los millonarios. Mexicanos ciegos en sus odios de la gran transformación que sucede en México.

Ciegos por la Cuarta Transformación, ciegos por el nivel de vida que empezamos a disfrutar. Ciegos por el gran crecimiento de la economía y un peso fortalecido y un salario mínimo más dignos.

Ciegos y odiadores de las grandes obras de este gobierno humanitario, el tren maya, la refinería, los aeropuertos, los trenes.

La derecha agoniza, pero todavía no está muerta, aún tiene tentáculos económicos y políticos muy poderosos que usará en contra de México.

El verdero enemigo de México se llama Xóchitl Gálvez, Claudio X. González, el corrupto y porro Alito Moreno, el Meko y fascista Markos Cortés, Televisa, TV Azteca, El Economista, El Universal, el Reforma.

Los millones de mexicanos, enajenados, sin cerebro, sin voluntad, sin amor su tierra, maiceados y domesticados por la corrupción, jodidos y pobres, pero se creen de sangre azul, esos son el verdadero peligro para México. 

El otro enemigo de Claudia se llama Marcelo, el judas empostado, el judas con la daga en la mano, esperando un descuido para acuchillarla por la espalda.

El soberbio Marcelo que dice ser la segunda fuerza en Morena, envalentonado por una encuesta, y al quedar en segundo lugar, lejos, lejísimos de Claudia, con catorce puntos de desventaja, se cree con el derecho divino de reclamar cotos de poder.

Por el bien de los pobres, por el bien de las mujeres, Claudia debe y será la próxima presidenta de México. Y sí, sigue siendo un verdadero honor estar con López Obrador. Por el bien de México, Claudia, presidenta.