Sheinbaum se burla de Loret y su “teoría” de Miss Universo

La oposición mexicana encontró un nuevo “escándalo”… y volvió a hacer el ridículo. Esta vez, el protagonista no es otro que Carlos Loret de Mola, alias Lord Montajes, quien reapareció con una “investigación” que parecía salida de un sketch: según él, el Gobierno de México compró Miss Universo para desviar la atención nacional.

La respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no dejó lugar a dudas. Entre risas —literalmente— desmontó la ocurrencia:

“Evidentemente no, es falso. No hay que hacer caso de estas cosas… y además, nuestra felicitación a la joven que ganó el certamen.”

Desde Palacio Nacional, Sheinbaum calificó como absurdo y ridículo el señalamiento de que el triunfo de la tabasqueña Fátima Bosch obedece a algún interés político de Morena. Y es que, para la presidenta, las versiones no solo carecen de sentido: caen por su propio peso.

Bosch ganó por mérito… y por dignidad

La mandataria recordó un episodio clave que sí fue real, verificable y público: el momento en que Bosch fue discriminada por Nawat Itsaragrisil, presidente de Miss Universo Tailandia, quien la llamó “tonta” dos veces durante una reunión. La actitud misógina y clasista del directivo generó una ola inmediata de solidaridad entre decenas de concursantes.

Ese gesto de dignidad, dijo Sheinbaum, forma parte del mérito de la nueva Miss Universo:

“Ella, además de tener su mérito, levantó la voz en un momento en donde trataron de minimizarla, y eso tiene mucho mérito.”

Los “argumentos” de Loret: parentescos, especulación y cero pruebas

Pero mientras los hechos hablan por sí solos, Loret apostó nuevamente a su fórmula favorita: insinuaciones revestidas de investigación.

El presentador asegura que Bosch ganó porque es hija de un asesor en Pemex, Bernardo Bosch Hernández, y sobrina de Mónica Fernández, titular del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y militante de Morena. Para él, esas relaciones familiares bastan para concluir que Morena “le dio el triunfo” en un certamen internacional con jurado global.

Ni documentos.
Ni grabaciones.
Ni testigos.
Ni una sola evidencia.

Solo la narrativa desgastada de que cualquier éxito cercano —real o imaginario— a la Cuarta Transformación debe ser producto de un complot.

Sin glamour y sin sustento: otro intento fallido de fabricar escándalos

Hasta ahora, no existe absolutamente nada que vincule la decisión del jurado de Miss Universo con intereses políticos en México. Lo que sí existe es una ya conocida estrategia de sectores opositores: deslegitimar todo lo que huela a 4T, incluso si eso implica convertir un concurso de belleza en un thriller geopolítico de bajo presupuesto.

Y esta vez, ni los tacones, ni las luces, ni las coronas alcanzaron para darle brillo a la nueva fantasía conspirativa de Loret.

Sheinbaum lo dijo riendo.
El país lo entendió igual.

Porque cuando un “escándalo” se desmorona con una carcajada, es que nunca tuvo sustancia para empezar.