Se han empeñado en separarnos... eso no va a ocurrir

El Zócalo volvió a llenarse de historia, de voces y de convicción. En un discurso que resonó con fuerza y emoción, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rindió homenaje al hombre que dio origen a la Cuarta Transformación: Andrés Manuel López Obrador.

Frente a una multitud que coreaba su nombre y ondeaba banderas nacionales, Sheinbaum fue clara:

“Se han empeñado en separarnos, en que rompamos. Pero eso no va a ocurrir.”

Con esas palabras, la mandataria respondió a los intentos de división que, según dijo, buscan debilitar el movimiento que cambió la vida pública del país. Pero, al contrario, su mensaje fue un llamado a la unidad y a la continuidad del proyecto transformador que hoy guía al gobierno de México.

 
🇲🇽 Un legado de principios y dignidad

En uno de los momentos más emotivos de la jornada, Sheinbaum se refirió a López Obrador no solo como su antecesor, sino como el símbolo de una generación de lucha y de valores inquebrantables.

“Andrés Manuel López Obrador fue, es y será siempre un ejemplo de honradez, de austeridad y de profundo amor al pueblo de México. Nunca se rindió ante la presión, nunca se vendió a los poderosos, nunca se apartó de sus principios.”

El reconocimiento a AMLO no fue una simple evocación. Fue un compromiso público de dar continuidad a su legado, de seguir gobernando con la misma ética, humildad y fidelidad al pueblo.

“Escúchenlo bien: su Presidenta tampoco lo hará. Tenemos convicciones, tenemos principios”, afirmó con firmeza.

 
💬 La unidad como fuerza del movimiento

Desde el templete, Sheinbaum envió un mensaje directo a quienes buscan fracturar el movimiento de transformación:

“Su objetivo no es otro más que acabar con este proceso histórico. Pero no van a poder, porque compartimos valores: honestidad, justicia y amor al pueblo de México.”

El público respondió con aplausos, gritos y consignas que reforzaron la idea de que la unidad del pueblo y su gobierno es la fuerza que sostiene la transformación nacional.

“Por más duras que sean las presiones, nosotros solo hacemos reverencia a uno solo: al pueblo de México.”

 
❤️ “No camino sola, no gobierno sola”

La mandataria recordó que su administración no es individual, sino colectiva:

“Nos vemos una vez más en este grandioso Zócalo, corazón de la República. Aquí, donde palpita la historia, nos reunimos para conmemorar un año del gobierno del pueblo, porque no camino sola, no gobierno sola; el nuestro, es un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo de México.”

Sheinbaum destacó que el país vive un momento de justicia social, libertad y soberanía, fruto de décadas de lucha y resistencia popular, y de un proyecto político cimentado en el Humanismo Mexicano, el cual coloca la dignidad humana en el centro de todas las políticas públicas.

 
✊ “En México, el que manda es el pueblo”

El cierre fue un grito de reafirmación. De convicción. De orgullo nacional.

“¡Que se oiga bien, que se oiga lejos: en México, el que manda es el pueblo!”

El eco de esa frase se mezcló con los aplausos y las voces del Zócalo. Fue el resumen perfecto de una jornada histórica donde se recordó que la transformación no se detiene, que su esencia no se compra ni se traiciona, y que su motor sigue siendo el mismo: el pueblo de México.