‘¡Gobierno corrupto! ¡Gobierno asesino!’

Ayer viernes, como lo dije en mi anterior columna, por ahí de las 5 de la tarde, hice acto de presencia en la Plaza de Armas, para esperar la llegada de la marcha por las víctimas de la meningitis, lo que ocurrió poco menos de dos horas después, casi a las 7. 

Contra lo que muchos suponían, no sé si de muy mala leche o por demasiado incrédulos, la marcha no fue de unos cuantos, sino de una buena cantidad de ciudadanos que incluía no sólo a los familiares de las víctimas, sino también a personas a las que les tocó el corazón esta tragedia y que al igual que los familiares reprueban 1) el retraso del gobierno de Esteban en atender este drama y 2) el evidente sesgo de la investigación en favor de los dueños de los cuatro hospitales privados.

Al hacer la marcha su primera parada justo frente a la Catedral, la lideresa de la protesta mencionó los nombres de las 35 mujeres, todas jóvenes, algunas por cierto muy guapas, que habían fallecido a consecuencia de la meningitis. Eso sí: a cada mención de cada una de las difuntas los marchistas gritaban a todo pulmón ¡PRESENTE!

Más o menos a una hora de iniciado este plantón, la lideresa de esta lucha exhortó a todos los presentes a ir y plantarse en la Plaza IV Centenario, para desde ahí exigir la presencia de Esteban Villegas, porque el señor desde el inicio de esta tragedia no les ha dado la cara. Incluso no faltó quien dijera que eso de que le pegó el Covid fue un muletazo para escondérseles, aunque fueron muy repetidos los gritos de “si no puedes renuncia” y el de “gobierno corrupto, gobierno asesino”. No faltó por cierto un conciliador que mandó decirle a Esteban que si no los quiere recibir a todos, cuestión de que lo diga para integrar una comisión. 

Lo que el PRI ya en su actual decadencia moral, política e institucional no entiende es lo que dijera Abraham Lincoln: que se puede engañar al pueblo mucho tiempo, pero no todo el tiempo y en Durango, por lo que percibí en esta marcha de personas en su gran mayoría de condición humilde, de esas que fácilmente aborregaba el PRI en su época de esplendor, es que cada día son menos los que ven con lentes de aumento a los gobernantes. 

Eso sí: lamentable, muy lamentable que los partidos de oposición al PRIAN locales (entiéndase PT y Morena) al igual que las asociaciones civiles dizque de izquierda como la COCOPO, ante dramas sociales como el que es objeto de este comentario duerman el sueño de los justos. Por eso cuánta razón tuvo López Obrador al incluir en su propuesta de reforma electoral el canalizar dinero del erario a los partidos sólo en tiempos de elecciones y eliminar la diputaciones y senadurías plurinominales.