
Una historia de fantasmas, sin fantasmas
Me encuentro triste y perdida
deslumbrada ante la idea de encontrarme viva y no sentirme así
han sido 22 inviernos con el corazón helado y el alma en pedazos
Me asusta pensar en el tiempo futuro,
las marcas en mi cuerpo son el recordatorio
de que nunca tendré paz,
no soy tan lista, ni tan genuina como creí que sería
Tan ajena a mi nombre
construyendo la historia en arenas movedizas
pretendiendo huir del vacío que atesoro en mis brazos y alimento como un niño
Al fuego de las velas le suplico que se lleve con él,
mi aliento para acabar con este sufrimiento.
Espacio Libre México
Con la extradición de ‘La Tuta’ a EE. UU.
Convoca a sesión ‘extraordinaria’
Vive en México, no en España
El falso huachicol de la Guardia Nacional
Fin de una era: un Poder Judicial marcado por corrupción y privilegios