La historia del PAN: Su raíz fascista

Detrás del nuevo eslogan con el que busca relanzarse —“Familia, Patria y Libertad”— se esconde un eco inquietante: casi idéntico al lema que enarboló Benito Mussolini en la Italia fascista del siglo XX. No es casualidad. Es la raíz.

Nacional22/10/2025Jesús Francisco SánchezJesús Francisco Sánchez
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El Partido Acción Nacional (PAN) ha intentado, una y otra vez, presentarse como la “alternativa moral” de México. Pero detrás del nuevo eslogan con el que busca relanzarse —“Familia, Patria y Libertad”— se esconde un eco inquietante: casi idéntico al lema que enarboló Benito Mussolini en la Italia fascista del siglo XX. No es casualidad. Es la raíz.

Porque el PAN no nació del pueblo, ni de la Revolución Mexicana, ni de las luchas sociales que dieron forma al México moderno. Nació contra ellas.

 
El origen: un partido contra la Revolución
Fundado en 1939, el PAN fue la respuesta política de los sectores más conservadores del país —la élite empresarial, el alto clero y los terratenientes— que veían con horror las transformaciones impulsadas por la Revolución Mexicana.

Mientras el país buscaba justicia social, reparto agrario y soberanía nacional, el PAN surgía como un dique ideológico para frenar esos avances.

Su nacimiento fue, en buena medida, una reacción al gobierno de Lázaro Cárdenas, particularmente a la expropiación petrolera de 1938, un acto de soberanía que el PAN condenó abiertamente, defendiendo los intereses de las compañías extranjeras.

 
Fe, capital y anticomunismo
Los fundadores del PAN —entre ellos Manuel Gómez Morin, Efraín González Luna y Luis Calderón Vega— compartían una visión profundamente conservadora, moldeada por la doctrina católica más ortodoxa y por el temor a las ideas socialistas que acompañaban a la Revolución.

Eran tiempos en los que el Vaticano consideraba el comunismo una amenaza mundial, y México, con su educación laica y su separación entre Iglesia y Estado, era visto como un ejemplo de “peligro rojo”.

Así, el PAN se convirtió en el refugio político de los grupos clericales, de los empresarios descontentos con las reformas sociales y de las familias que soñaban con restaurar el viejo orden porfirista.

Su discurso —envuelto en el manto de la moral y la fe— fue, en realidad, una cruzada contra el Estado laico, contra los derechos laborales y contra la justicia social.

 

“Familia, Patria y Libertad”: el eco del fascismo
El lema que el PAN enarbola hoy en su “relanzamiento” —“Familia, Patria y Libertad”— no es nuevo. Es un reciclaje de la consigna usada por el régimen de Mussolini: “Dio, Patria, Famiglia” (Dios, Patria y Familia).

Un lema que sintetizaba la visión autoritaria y moralista del fascismo: el culto al nacionalismo, la subordinación de la mujer al hogar y el rechazo a toda idea de justicia social o igualdad.

Que el PAN retome una frase tan similar no es un accidente ideológico: es una confesión histórica.

 
Los mismos de siempre, con otro moño
Hoy, los líderes del “nuevo PAN” son los mismos rostros de siempre: Marko Cortés, Ricardo Anaya, Santiago Creel, Damián Zepeda, Margarita Zavala y Vicente Fox.
Los mismos que durante los gobiernos panistas convirtieron la corrupción, la guerra y el endeudamiento en marca de casa.

El “relanzamiento” anunciado con pompa no es más que un intento desesperado por disfrazar su historia. Pero el contenido sigue siendo el mismo:
una derecha que defiende los privilegios, que desprecia la justicia social y que mira al pasado con nostalgia.

 
Un proyecto contra el pueblo
Mientras México avanza hacia un modelo de justicia social, soberanía y equidad, el PAN insiste en representar los intereses de los mismos grupos que lo fundaron: los poderosos.

Hoy se parapetan tras frases rimbombantes sobre “libertad”, pero esa libertad no es para el pueblo —es para los que no quieren pagar impuestos, para los que evaden responsabilidades, para los que se oponen a todo avance social.

El PAN nació contra la Revolución, y ochenta años después, sigue siendo el partido que se levanta contra el pueblo.

 
En resumen:
El “nuevo PAN” es el mismo de siempre:

·         Fundado en el miedo al cambio.

·         Inspirado en la ultraderecha religiosa.

·         Y relanzado con un lema prestado del fascismo.

Solo cambió el moño azul.
El fondo sigue siendo negro.

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Jesús Francisco Sánchez
Nacional22/10/2025

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