
Una historia de fantasmas, sin fantasmas
Somos espejos
viéndonos cara a cara
sin que estorbe nuestro cuerpo
y tomados de las manos cantamos
armonizando con el estruendo de las olas
reímos y nuestra risa hace llorar las nubes
Somos agua
el sol nos evapora y bailamos con el viento
hasta convertirnos en nubes y de nuevo en lágrimas
lágrimas que hacen un río que desciende por las montañas y alimenta las plantas que nos convierten en brisa por la mañana
El sol asciende,
nosotros con él
coincidiendo en cada rayo de sol hasta el atardecer
y caemos en el juego de buscarnos sin saber encontrar
con la niñez perdida
la inocencia arrebatada
sin saber que es el amor
decidimos amarnos
destruidos por la tormenta
espejos rotos, sangrando liberamos nuestras almas para volverlas a encarcelar en la tortura de extrañar
Te dejo ir, esperando tu regreso
te dejo ir, rogando no me olvides
te dejo ir y yo me quedo aquí
que esperaría una eternidad por ti.
Espacio Libre México
Con la extradición de ‘La Tuta’ a EE. UU.
Convoca a sesión ‘extraordinaria’
Cae más pronto un hablador que un cojo / Refrán popular
Vive en México, no en España
Ah, pero la mentira…