
Una historia de fantasmas, sin fantasmas
Soy el niño que se esconde bajo tus prendas y cuando juego a ser adulto, cuando huelo tu piel, tu néctar alimenta y exalta mi alma.
Tu lenguaje eriza mis más recónditos poros. Los descubre y ya en la intemperie, coquetea con cada zurco que encuentra en su camino.
Corro a recoger diversas flores que tu jardín ofrece: tulipanes, gardenias, girasoles, rosas multicolor. ¡Todas para mí!
Podría atreverme a decir que soy todo tuyo, no lo digo pues todo tuyo ya soy.
Cada beso que escurre saliva en tu tronco lo dicta.
Cuando subo a la punta de tu tallo, me deleito con esa fragancia que me hace pedir tu boca. La muerdo con dulce violencia, tu grito hace brotar ese elixir abundante que dice mi nombre, mientras miro tus ojos cristalinos observando mis labios desgastados cuando hablo de nada...
Espacio Libre México
Con la extradición de ‘La Tuta’ a EE. UU.
Convoca a sesión ‘extraordinaria’
Cae más pronto un hablador que un cojo / Refrán popular
Vive en México, no en España
Ah, pero la mentira…