Su dios es el dinero: Sheinbaum destroza a la derecha en el Zócalo

‘Ellos no aman a México, aman al dinero y están en contra de los programas sociales’

Nacional08/12/2025Jesús Francisco SánchezJesús Francisco Sánchez
dios web

La derecha quería un tropiezo. Quería un discurso tibio, una presidenta a la defensiva, un Zócalo a medias.
Pero lo que se encontraron fue todo lo contrario: una plaza reventada y a una Claudia Sheinbaum que les puso nombre, apellido… y vergüenza pública.

Con la fuerza de quien sabe que tiene al pueblo detrás, la presidenta soltó la frase que ya está haciendo llorar a los opinadores de siempre:
“Ellos no aman a México. Aman al dinero. Su dios es el dinero.”

No fue metáfora. Fue diagnóstico clínico.

Sheinbaum los define: no son oposición, son un negocio disfrazado de política

La presidenta no habló de ideologías abstractas ni de debates académicos. Habló de lo que millones han visto por décadas:
La derecha no defiende causas, defiende chequeras.
No cuida instituciones, cuida privilegios.
No quiere democracia, quiere impunidad.

Eso quedó claro cuando Sheinbaum recordó que todo lo que hoy celebra México —aumentos salariales, programas sociales, estabilidad económica, soberanía energética— jamás habría sido posible bajo los gobiernos neoliberales que vendieron al país como si fuera remate de bodega.

“Nada de esto sería posible con los gobiernos del pasado o con la falsedad del conservadurismo”, lanzó, mientras el Zócalo rugía.

La frase de Hidalgo que cayó como balde de agua helada sobre la oposición

Sheinbaum rescató una verdad histórica que la derecha preferiría borrar de los libros:
“Hidalgo decía que su dios es el dinero.”

La presidenta no se equivocó: desde los virreyes hasta los tecnócratas, pasando por los juniors del PRI y los empresarios del PAN, el credo de las élites ha sido siempre el mismo: acumular, privatizar, saquear.

Hoy ese mismo credo revive en los mismos de siempre, los mismos que sueñan con regresar para volver a cobrar peaje por cada derecho básico del pueblo.

El Zócalo habló: el pueblo ya eligió de qué lado de la historia quiere estar

Mientras los conservadores tiritan en redes sociales y en sus mesas de análisis patrocinadas, el Zócalo dio una lección monumental:
el pueblo no se deja intimidar por los voceros del odio ni por las campañas del miedo.

Y esa demostración de fuerza quedó tatuada en la voz de Sheinbaum cuando remató:
“Nuestra causa y nuestro destino es el bienestar del pueblo de México.”

No el dinero.
No las élites.
No los pactos en lo oscurito.

Una consigna que retumbó como advertencia

Al final, la plaza coreó lo que los conservadores no quieren escuchar ni en sus peores pesadillas:
“¡Que viva la transformación de la vida pública de México!”

Porque sí: la Transformación no se detiene.
No se negocia.
Y mucho menos se arrodilla ante quienes hicieron del dinero su único dios.

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