Sheinbaum exhibe a Fox y Salinas

Por llamar ‘flojos’ a adultos mayores

Nacional09/12/2025Jesús Francisco SánchezJesús Francisco Sánchez
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En la conferencia mañanera de este miércoles, la presidenta Claudia Sheinbaum desmontó —con nombres, fechas y videos— la narrativa que la derecha mexicana intenta reciclar contra los programas de Bienestar. Lo hizo con una revisión histórica que evidenció cómo los gobiernos neoliberales trataron los apoyos sociales como limosnas condicionadas, mientras hoy, bajo la Cuarta Transformación, se entienden como lo que siempre debieron ser: derechos del pueblo.

Porque en México, recordó, la disputa no es técnica: es moral y política.
Y esta mañana la presidenta dejó clara la diferencia.

 
Los neoliberales y su desprecio disfrazado de “responsabilidad”

Sheinbaum proyectó un video del expresidente Carlos Salinas de Gortari, donde el padre del neoliberalismo mexicano asegura que los programas focalizados “vuelven dependiente a la gente”. Con tono doctoral, Salinas afirma que estas políticas reducen la formación cívica y no incentivan la participación ciudadana.

Para Sheinbaum, estas declaraciones no solo son erróneas: revelan una visión profundamente clasista.

Y no quedó ahí. También recordó un video de Vicente Fox, quien en plena campaña electoral insultó a los adultos mayores que reciben la pensión universal, llamándolos —literalmente— “flojos”, además de otra palabra que la mandataria prefirió no repetir.

“Es una visión completamente distinta a la nuestra”, dijo.
“Nosotros creemos que todos los adultos mayores tienen derecho a una pensión. Es un derecho social”.

 
La pregunta de fondo: ¿qué hicieron ellos y qué hace la 4T?

Sheinbaum planteó un ejercicio comparativo entre los gobiernos de Salinas, Zedillo, Calderón y Peña Nieto, frente a la política social de la Cuarta Transformación. La diferencia, subrayó, no está solo en los montos, sino en el propósito:

Antes, los programas eran migajas administradas por intermediarios.
Hoy, son derechos universales que no dependen de la clientela política.
La presidenta adelantó que se realizará una revisión rigurosa sobre cuánto dinero destinaban los gobiernos neoliberales, qué tipo de “apoyos” instrumentaban y cuál era su visión de país. En contraste, explicó el sentido de los programas actuales: la pensión universal para adultos mayores, las becas para jóvenes de preparatoria, el apoyo a personas con discapacidad, el impulso al campo y Sembrando Vida.

“¿Qué objetivo tienen? ¿En qué se diferencian? ¿Por qué son fundamentales para el bienestar del pueblo?”, preguntó, preparando el terreno para una evaluación pública e histórica.

 
De la estigmatización al reconocimiento: cambio de paradigma

Para los neoliberales, dijo Sheinbaum, la población vulnerable debía “merecer” los apoyos. Para la 4T, los derechos no se negocian ni se condicionan.

La presidenta lo sintetizó sin rodeos:

“Los programas de bienestar no son regalos del gobierno. Son derechos del pueblo de México”.

La oposición, reiteró, no lo entiende porque nunca creyó en la justicia social. En su lógica, quien recibe apoyo es un “dependiente”, un “flojo” o alguien que debe demostrar gratitud. En la lógica de la Cuarta Transformación, es un ciudadano pleno.

 
La disputa continúa

La revisión anunciada por Sheinbaum apunta a algo más profundo que un contraste técnico. Es un golpe directo a la narrativa que la derecha intenta revivir, esa que culpa al pueblo por ser pobre y exalta al mercado como si fuera un dios caprichoso.

Hoy, desde Palacio Nacional, se volvió a decir lo evidente:
el bienestar no es un lujo; es un derecho.
Y la 4T, guste o no a sus detractores, lo ha colocado en el centro de la vida pública.

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