México país de América Latina donde más creció la clase media

Pasó de 27.2% en 2018 a 39.6% en 2024: Banco Mundial

Nacional20/12/2025Jesús Francisco SánchezJesús Francisco Sánchez
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México es el país de América Latina donde más creció la clase media. De acuerdo con el Banco Mundial, pasó de 27.2% en 2018 a 39.6% en 2024, un incremento del 12.4% que refleja mejores condiciones de vida y bienestar social.

Durante décadas se nos dijo que el crecimiento “eventualmente” iba a beneficiar a todos. Que primero había que concentrar la riqueza arriba para que después “chorreara” hacia abajo. El resultado fue un país profundamente desigual, con millones de personas atrapadas en la pobreza y una clase media frágil, endeudada y siempre al borde de retroceder.

Hoy, los datos cuentan otra historia.

La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó recientemente que México es el país de América Latina donde más creció la clase media en los últimos años. De acuerdo con cifras del Banco Mundial, este sector pasó de representar el 27.2 por ciento de la población en 2018 a 39.6 por ciento en 2024: un incremento histórico del 12.4 por ciento. No se trata de un discurso, sino de números duros provenientes de un organismo internacional que durante años fue referencia del pensamiento económico neoliberal.

Este crecimiento no es casualidad. Es consecuencia directa de un cambio de modelo: la Cuarta Transformación.

De la vulnerabilidad a la estabilidad

Sheinbaum lo explicó con claridad en Las mañaneras del pueblo: hoy hay más personas con sus necesidades básicas resueltas y menos hogares viviendo en la vulnerabilidad. El Inegi y el Banco Mundial coinciden en que este grupo vulnerable se redujo de manera importante. ¿Qué pasó en México? Un gobierno que dejó de ver a la gente como beneficiaria ocasional y comenzó a reconocerla como sujeto de derechos.

Ese es uno de los pilares de la llamada Economía Moral: Programas de Bienestar que no son asistencialismo, sino derechos constitucionales; una política social que prioriza a quienes históricamente fueron excluidos; y un Estado que asume su responsabilidad frente a la desigualdad.

El dato es contundente: entre 2018 y 2024, 13.5 millones de mexicanas y mexicanos salieron de la pobreza durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. No es un logro menor. Es uno de los cambios sociales más profundos de las últimas décadas.

Salarios, derechos y redistribución

El fortalecimiento de la clase media no se explica sólo por las transferencias sociales. Tiene que ver también con una política laboral que rompió con el dogma de los “salarios de miseria”. El salario mínimo pasó de 197 pesos diarios en 2022 a 260 pesos en 2024, y a partir del 1 de enero de 2026 alcanzará los 315.04 pesos diarios a nivel general y 440.87 pesos en la Zona Libre de la Frontera Norte.

Este aumento ha tenido un impacto directo en el ingreso de millones de familias. Como explicó Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de asesores de la Presidencia, el Banco Mundial considera clase media a quienes perciben más de 17 dólares diarios, es decir, alrededor de 340 pesos. Cada peso que sube el salario mínimo acerca a más personas a ese umbral de estabilidad económica.

Lo relevante es que esta política no beneficia a un solo sector. Contrario a la narrativa de que la Cuarta Transformación sólo atiende a los más pobres, los resultados muestran que al poner “primero a los pobres” se fortalece el conjunto de la sociedad. Menos pobreza significa más consumo, más estabilidad y una clase media más amplia y sólida.

El fin del asistencialismo

Ariadna Montiel, secretaria de Bienestar, lo resume bien: la diferencia entre el periodo neoliberal y la Cuarta Transformación es que hoy existe una política de derechos. Se reconoció a los pueblos indígenas y afromexicanos, a las personas con discapacidad, y se avanzó hacia la universalidad de los programas. Las transferencias son directas, sin intermediarios, sin condicionamientos y con total transparencia mediante la tarjeta del Bienestar.

Además, la inversión social sigue creciendo: de 845 mil millones de pesos en 2025 a un billón de pesos en 2026. No como gasto clientelar, sino como una apuesta estratégica para reducir desigualdades estructurales.

Que siga la Transformación

Hoy México tiene más familias que se reconocen como clase media que personas viviendo en pobreza. Es un punto de inflexión histórico. El objetivo, como dijo la Presidenta, es claro: que esta tendencia continúe, que haya aún menos pobreza y más bienestar.

La Cuarta Transformación demostró que combatir la desigualdad no frena el crecimiento, lo impulsa. Que gobernar con humanismo no es una consigna, sino una política pública eficaz. Y que cuando el Estado decide estar del lado de la gente, los resultados se sienten en la mesa, en el salario y en la dignidad cotidiana.

Que siga la Transformación.

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